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Cómo desarrollar un plan para migrar a la nube ☁️

¿Migrar a la nube? Esta se ha convertido en una de las principales interrogantes en los departamentos de TI de todo el mundo.

Diariamente convivimos con aplicaciones que utilizan el concepto de la nube: Dropbox, Google Drive o iCloud, cuya versatilidad y eficiencia han mejorado el rendimiento y productividad de las organizaciones que las implementan.

De acuerdo a Fortinet, en unos pocos años, más del 80 % de las empresas adoptaron entre dos y más proveedores de infraestructura de nube pública y casi dos tercios utilizan tres o más.

El Cloud o la nube sigue ganando adeptos y es “necesario para impulsar la innovación empresarial”.

Primero debemos tener claro cuál es nuestro modelo de negocio y si este se ajusta a la nube. Si nos mudamos a la nube es para aumentar la productividad y ganancias de la empresa, de lo contrario no servirá de nada hacerlo.

Una estrategia de migración a la nube es el plan que una organización desarrolla para migrar los datos y las aplicaciones de una arquitectura en las instalaciones a la nube. Como ya hemos comentado, existen múltiples ventajas y beneficios de migrar a la nube pero no todas las cargas de trabajo se benefician al ejecutarse en una infraestructura basada en la nube, por lo que es importante validar la manera más eficiente de priorizar y migrar las aplicaciones antes de implementar el sistema.

Existen algunos puntos básicos a considerar  y en los que puedes basarte para empezar con tu estrategia de migración:

Planificación de la migración: antes de comenzar, debe tener claros los motivos de la migración y la mejor estrategia para respaldarlos. Comience por evaluar el entorno actual. Es importante calcular los requisitos del servidor en nube en función de los requisitos actuales de recursos de aplicaciones para evitar la compra excesiva. En esta etapa crítica, necesitará los recursos y la experiencia de un especialista. Una solución de administración de rendimiento de aplicaciones (APM) puede proporcionar visibilidad completa en tiempo real del entorno y todas sus dependencias, al tiempo que implementa la estrategia como parte del paquete.

Elegir el entorno en nube: ahora que tiene la visibilidad necesaria para alcanzar el éxito, está listo para decidir qué tipo de modelo de nube desea adoptar. La elección de una nube pública, una nube híbrida, una nube privada o varias nubes (o servicios como Google, Azure o AWS) depende de cuál de ellas puede satisfacer mejor sus necesidades actuales y futuras. Asegúrese de que su solución de APM se extienda a los proveedores elegidos.

Migración de aplicaciones y datos: si se la planifica con precisión, la migración en sí debería salir sin problemas. Aún así, debe tener en cuenta las inquietudes de seguridad en la nube, como el cumplimiento de las políticas de seguridad y la planificación para las copias de respaldo y la recuperación de datos. También asegúrese de usar APM para establecer una base de referencia del rendimiento previo a la migración como preparativo para el paso siguiente.

Validación del éxito posterior a la migración: una migración a la nube no puede considerarse exitosa sin pruebas de que funciona según lo esperado.

El proceso de migración a la nube continúa más allá del momento en el que termina la migración de la carga de trabajo, ya que los equipos de TI y desarrollo de aplicaciones necesitan ahora administrar, proteger y controlar activamente los entornos en la nube de manera continuada. El momento posterior a la migración es también cuando la organización puede ver más oportunidades de modernización

Fuente: cio.com.mx/, cisco.com