Lograr llevar un negocio al mundo online con la implementación de un ecommerce es una tarea en la...
No solo hagas embalajes, crea una experiencia
Estamos viviendo el boom del ecommerce, un momento en el que el packaging (embalaje) cobra enorme relevancia. Utilizar packaging personalizado, puede convertirse en un potente impulsor de tu marca.
El ecommerce es ya la forma de compra preferida por los consumidores. Se estima que, de media, cada consumidor compra online por importe de 1000 dólares al año, y las cifras siguen creciendo.
Si tu negocio tiene la oportunidad de aprovechar este boom, es importante que seas consciente de los cambios que implica.
Como sabemos, el mercado está cada vez más competido y hace falta encontrar elementos diferenciadores para conseguir que tu marca destaque. ¿Cuántos productos que satisfacen la misma necesidad que el tuyo se encuentran en el mercado?
Por eso cada vez más empresas dedican mayores importes de su presupuesto al packaging personalizado. ¡Es un detalle crucial!
Piensa que el packaging es lo primero que ve el cliente cuando recibe tu producto. Y piensa también que somos visuales por naturaleza. El packaging es un elemento más de branding, otro soporte de tu imagen de marca.
Además, un packaging de calidad y bien diseñado, puede marcar la diferencia definitiva, convirtiendo “una compra más” en algo memorable.
Si consigues que tus clientes recuerden ese momento como algo especialmente agradable, aumentarán las posibilidades de que te tenga presente en su próxima decisión de compra.
En resumen, el buen packaging personalizado añade valor al producto, y mejora tanto la percepción de tu marca como la experiencia de usuario. En la era del unboxing, considerar el packaging como inversión en lugar de como gasto te aportará muchas ventajas.
¿Qué hay que tener en cuenta para diseñar un buen packaging?
La función del packaging es proteger el producto durante su almacenamiento, transporte y venta. Pero, como hemos visto, también puede añadir valor al producto. Por eso, el buen packaging contemplará tanto criterios prácticos como criterios emocionales.
- Packaging con sentido práctico
No importa los esfuerzos que hagas para optimizar la calidad de tus productos o la rapidez del envío: si no consigues que lleguen en perfectas condiciones, no habrá servido de nada.
El tipo de embalaje que elijas marca la diferencia. El packaging ha de ser resistente, ligero y fácil de manipular. No debe ralentizar el proceso de envío, o jugará en contra tuya.
Ten en cuenta el tamaño y la fragilidad de tu producto. Utilizar sobres acolchados de papel para envíos pequeños, o bien otros tipos de envases con algún material de relleno es la solución para proteger bien tus productos.
Para una amortiguación perfecta, conviene introducir rellenos adicionales que impidan que el producto se mueva dentro de la caja. Es muy importante ajustar el tamaño del paquete al producto. De lo contrario, tendrás que introducir toneladas de plásticos para ajustarlo y evitar que se mueva, con el consiguiente coste medioambiental y logístico.
Además, lo último que necesita tu marca es que los usuarios empiecen a colgar fotos y vídeos mostrando como se utilizan varios metros cuadrados de plástico para algo mucho más pequeño.
- Conecta con las emociones de tus clientes utilizando packaging personalizado
Las posibilidades de diferenciarte que te ofrece el packaging van mucho más allá de imprimir el logo de tu marca en en envase.
No cometas el error de tener únicamente en cuenta la imagen de tu marca. Como en cualquier acción de marketing, lo más importante será tener a tus clientes en mente a la hora de diseñar un packaging personalizado.
¿Cómo son los consumidores de tu producto? ¿Preferirán un envoltorio lujoso o algo que parezca hecho a mano? Ten en cuenta todos los detalles para conseguir despertar emociones.
Cuida también el interior del paquete. Piensa en cómo será el proceso de abrir y extraer el producto, y haz pruebas para optimizarlo.
Considera añadir otros elementos que aporten aún más valor al destinatario del paquete, y personalízalos tanto como puedas: una nota para agradecer la compra, una tarjeta de visita, unos caramelos, un folleto o papel con información sobre una oferta especial…
Por último, ten presente que para optimizar esta opción al máximo quizá necesites probar varias opciones hasta dar con la que triunfe.
Y ¿cómo sabrás que has triunfado con tu packaging? ¡Cuando veas que tus clientes lo enseñan en sus redes sociales!
Fuente: https://marketerosdehoy.com/